jueves, 29 de abril de 2010

La locura es la única reacción sana para una sociedad enferma.

El de la locura y el de la cordura son dos países limítrofes, de fronteras tan
imperceptibles, que nunca puedes saber con seguridad si te encuentras en el
territorio de la una o en el territorio de la otra.

martes, 27 de abril de 2010

domingo, 25 de abril de 2010

La rebelión de las masas

Desde mediados del siglo último se advierte en Europa una progresiva publicación de la vida. En los últimos años ha avanzado vertiginosamente. La existencia privada, oculta o solitaria, cerrada al público, al gentío, a los demás, va siendo cada vez más difícil.

Este hecho toma, por lo pronto, caracteres corpóreos. El ruido de la calle. La calle se ha vuelto estentórea. Una de las franquías mínimas que antes gozaba el hombre era el silencio. El derecho a cierta dosis de silencio, anulado. La calle penetra en nuestro rincón privado, lo invade y anega de rumor público. El que quiera meditar, recogerse en sí, tiene que habituarse a hacerlo sumergido en el estruendo público, buzo en océano de ruidos colectivos. Materialmente no se deja al hombre estar solo, estar consigo, Quiera o no, tiene que estar con los demás. La gran vía y la plazuela rezuman su alboroto anónimo a través de los muros domésticos.

Todo lo que significaba acatamiento frente a la ilimitada publicidad mengua día por día. Sobre todo el castillo de la familia. La vida de familia, minúscula sociedad hacia adentro y erizada contra la gran sociedad civil, queda reducida a un mínimo. Cuanto más delante va un país, menos es ya en él la familia.

La socialización del hombre es una faena pavorosa. Porque no se contenta con exigirme que lo mío sea para los demás -propósito excelente que no me causa enojo alguno-, sino que me obliga a que lo de los demás sea mío. Por ejemplo: a que yo adopte las ideas y gustos de los demás. Prohibido todo aparte, toda propiedad privada, incluso esa de tener convicciones para uso exclusivo de cada uno.
La divinidad abstracta de "lo colectivo" vuelve a ejercer su tiranía y está ya causando estragos en toda Europa. La Prensa se cree con derecho a publicar nuestra vida privada, a juzgarla, a sentenciarla. El poder público nos fuerza a dar cada día mayor cantidad de nuestra existencia a la sociedad. No se deja al hombre un rincón de retiro, de soledad consigo.
Las masas protestan airadas contra cualquier reserva de nosotros que hagamos.
Probablemente, el origen de esta furia antiindividual está en que las masas se sienten allá en su fondo íntimo débiles y medrosas ante el destino.

lunes, 19 de abril de 2010

Mira si es malo el trabajo que deben pagar para que lo agas.

Imagina que cobras x € por cada hora trabajada. Imagina que pudieras trabajar tantas horas como quisieras, en el horario que te diera la gana. Imagina que nadie te obligara a trabajar, que pudieras tomarte el día libre a tu antojo (sin cobrarlo, claro):
¿Cuántas horas trabajarías?
¿Cuál sería tu tope?
¿Te impondrías un horario estricto, como en cualquier otro trabajo?
¿Aumentarían tus necesidades económicas teniendo en cuenta que, cuanto más horas trabajes, mayor será tu salario?
¿Has de ser necesariamente maduro y responsable para desempeñar un trabajo como éste?
¿Darías un valor distinto al dinero con un trabajo como éste?
¿Gastarías más si, en lugar de cobrar un sueldo a fin de mes, cobraras cada día y en metálico?
¿En qué medida cambiaría todo esto tu estilo de vida?



lunes, 12 de abril de 2010

Hacer reír para reír

Correcto, no es reír por reír, es reír para reír. Esto es lo que hacen los Payasos Sin Fronteras en medio mundo. En el último año he podido seguirles en la RD Congo, en sus actuaciones en los campos de desplazados del Kivu Norte (marzo de 2009) y en Haití en febrero de este año. Estos artistas, profesionales voluntarios, se encargan de construir espacios de entretenimiento en medio de la barbarie. Tal como suena. En los lugares donde pocos pensaríamos que la risa es necesaria, como lo son el agua, las escuelas o los hospitales… allí están ellos. En Haití, en decenas de campos para desplazados improvisados en cualquier lugar de Puerto Príncipe, donde decenas de miles de familias se hacinan esperando lo que en 200 años de independencia no les ha llegado, la música, los malabares, el teatro de payaso, los trucos de magia… revolucionan la vida y convierten ese espacio de tránsito permanente hacia no se sabe el qué, en un lugar donde la imaginación toma el poder. El poder de arrancar sonrisas de grandes y adultos. De generar complicidad entre vecinos, entre hombres y mujeres. El público se relaja, aplaude, se emociona, canta con los artistas, aportan sus instrumentos, salen a la pista a bailar y de repente la atmósfera cambia de color por un buen rato.

sábado, 10 de abril de 2010

Nunca estás satisfecho

Nunca estás lo suficientemente satisfecho con quien eres y con lo que la existencia te ha dado pues siempre has sido distraído. Siempre has sido dirigido hacia donde la naturaleza no ha pretendido que estuvieras. No te estás moviendo hacia tu propio potencial.
Estás tratando de ser aquello que los demás quisieron que tu fueras, pero eso no puede ser satisfactorio. Cuando no es satisfactorio, la lógica dice, "Quizás no sea suficiente - busquemos más de lo mismo." Entonces vas tras más, entonces comienzas a mirar a tu alrededor.
Y todo el mundo se aparece con una máscara que está sonriendo, que se ve feliz, así todo el mundo está engañando a todo el resto. Tu también te muestras con una máscara, así los demás piensan que tu eres más feliz; tu crees que otros se ven más felices. La hierba se ve más verde del otro lado de la cerca. Ellos miran tu hierba y se ve más verde. Realmente se ve más verde, más espesa, mejor. Esa es la ilusión que crea la distancia.
Cuando te acercas, entonces comienzas a ver que no es así. Pero la gente mantiene a los demás a distancia. Aún amigos, aún amantes se mantienen a distancia el uno del otro; mucha cercanía sería peligrosa, podrían ver tu realidad.
Y tu has sido mal orientado desde el mismo principio, así que cualquier cosa que hagas seguirás sintiéndote miserable. Ves a alguien con mucho dinero: piensas que quizás el dinero trae la felicidad. Miras a la otra persona, qué alegre parece ser. Entonces corres tras el dinero. Alguien es
más saludable - corre tras la salud. Alguien está haciendo alguna otra cosa y parece muy contento - síguelo. Pero siempre son los demás.

jueves, 8 de abril de 2010

¿De verdad tan silencioso es el desierto?

Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.

- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.

martes, 6 de abril de 2010