martes, 22 de febrero de 2011

La cristiandad.

Una matrona majestuosa envuelta en túnicas empapadas de sangre. En su frente luce una dorada corona de espinos y en estos, empapada, las cabezas de los patriotas que murieron por sus países. En una mano, una honda; en la otra, una Biblia abierta en el texto “Haz a los demás…”. Asomando de uno de sus bolsillos, una botella en cuya etiqueta se lee: “Os traemos las bendiciones de la civilización”. Su collar: unas esposas y una palanqueta. Sus seguidores: a un lado la Matanza, al otro la Hipocresía. Una pancarta con el lema “Ama los bienes de tu prójimo como a ti mismo”. Insignia: la bandera pirata.

Y de allí en más, una sección para cada nación de la Tierra, encabezada cada una con la bandera pirata, luciendo cada una horribles emblemas, instrumentos de tortura, prisioneros mutilados, corazones quebrados, carrozas cargadas de cadáveres sanguinolentos.

Al final del desfile, pancartas con la inscripción: “Todos los hombres blancos han nacido libres e iguales. Cristo murió para salvar a los hombres. Cristo murió para liberar a los hombres”.


- Mark Twain -

domingo, 13 de febrero de 2011

Revolución popular.

Egipto no volverá a ser el de antes. Egipto ha salido a la calle dispuesto a poner en entredicho su autocracia, para luchar contra un régimen de dictadura que se extendía desde hace tres décadas. Ha mostrado su valor y su coraje, su ansia de liberarse de las cadenas para luchar contra la impunidad y la injusticia.

Dieciocho días de protestas y movilizaciones continuas en la plaza Tahrir en El Cairo y en Alejandría han valido para derrocar al régimen de Hosni Mubarak. Pero no todo está ganado, esto es sólo el comienzo, los más de 80 millones de egipcios comienzan por fin a caminar con optimismo hacia su futuro, hacia un futuro democrático. Ante todo, en esta nueva etapa se llama a una transición pacífica, han demostrado que ni los gases lacrimógenos, ni la policía ni el ejército sin quienes para impedirles sus sueños.

“No queremos un cambio para que nada cambie”, el pueblo egipcio sabe que ahora es el momento decisivo, y no se van a echar atrás, no van a dejar que nada se interponga entre ellos y la libertad. Además no están solos, las protestas se extienden por Oriente Medio y Norte de África. Es la hora de luchar por nuestros derechos, los derechos de todos.

Lejos queda ya aquel 29-S en el que los sindicatos pactaron una huelga con y “contra” el Gobierno que de nada sirvió, es hora de que aprendamos un poco de aquellos que han demostrado que son infinitamente capaces de luchar por sus ideales.

miércoles, 9 de febrero de 2011

No solo sombras.

Una zorra miró su sombra al amanecer y se dijo:
"Hoy me comeré un camello".
Y pasó toda la mañana buscando camellos.
Pero al mediodía volvió a mirar su sombra y se dijo:
"Bueno... creo que me conformaré con un ratón".