Toda cosa grande, majestuosa y bella en este mundo, nace y se forja en el interior del hombre, gracias a una sola idea y a un sólo sentimiento. Todos los acontecimientos verdaderos y positivos que nos legaron los siglos pasados, fueron, antes de realizarse, una idea oculta en la razón y en la mente de un hombre o un sentimiento sutil en el corazón de una mujer.
Los acontecimientos bélicos y las guerras dolorosas, que destruyeron tronos y derrumbaron reinos, surgieron de una idea absurda en la mente de un solo hombre.
Las enseñanzas sublimes que transformaron el curso de la vida humana son inclinaciones románticas en el espíritu de un solo hombre que, por su genio, se le considera extraño a su ambiente. Una sola idea erigió las Pirámides; un sentimiento fatal destruyó Troya; una sola palabra incendió la Biblioteca de Alejandría y un ideal fecundo creó la gloria del Islam.
Un pensamiento que se apodera de nosotros en la quietud de la noche nos conduce a la gloria o a la locura. La mirada lánguida y serena de una mujer nos convierte en el más feliz de los hombres o el más desgraciado. Una palabra puede convertirnos en ricos después de la pobreza y en paupérrimos después de la opulencia...
Una sola palabra pronunciada por Salma, en aquella noche serena, me colocó entre mi pasado y mi futuro, cual embarcación entre la profundidad de los mares y las cimas del espacio.
Una palabra significativa me despertó del sueño de la adolescencia inexperta y solitaria y condujo mis días por un nuevo sendero hacia el mundo del amor, donde se reúnen la vida y la muerte.
- Gibran Jalili Gibran -
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