-¡ Espléndido! ¿no es cierto?. La manera en que se mueven, llenos de fuerza, color y gracia, son grandiosos. En cambio tú... maldito de nacimiento. Un hombre... si es que se te puede llamar así, ¡A quién Dios mismo le dio la espalda!
-¡Detente! ¿por que dices eso?
-Porque tu... te lo creíste
...
-Pero ellos son diferentes a mí
-Sí... tú tienes una ventaja. Cuanto más grande la prueba, más glorioso el triunfo
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