Álvaro Neil, el Biciclown, quien desde hace cinco años viaja en bicicleta por el mundo para hacer reír a los más humildes.
Ha recorrido casi 80.000 kilómetros en unos 2.020 días de viaje
PREGUNTA: ¿Qué te llevó a poner en marcha M.O.S.A.W? ¿Lo haces por compromiso, solidaridad o aventura?
ÁLVARO NEIL: Cuando terminé mi proyecto Kilómetro de Sonrisas en Sudamérica (2.001-2.003) durante el que recorrí en bici en solitario diez países y ofrecí 49 espectáculos gratuitos de clown tenía ganas de más. El cuerpo se había acostumbrado a esa vida nómada y el mapa del mundo me estaba llamando en cada pared en que lo veía colgado. El proyecto MOSAW (2.004-2.014) es mi vida. Una vida de aventura en la que el payaso va regalando su arte allí donde hace falta. Es un compromiso con mi conciencia.
P: ¿Por qué emprendes este proyecto tan largo en el tiempo (10 años), con tantos kilómetros en solitario?
A. N.: No creo que se pueda dar la vuelta al mundo en bici en 5 años. Aunque haya gente que lo haya hecho y aunque no hayan puesto las ruedas en África. El mundo es muy grande y en bici viajas a la velocidad de las mariposas. Mi plan inicial era de diez años pero no creo, afortunadamente, que lo cumpla. Serán más años.
P: Llevas desde 2004 montado en una bici recorriendo el mundo, por el que has visto, pobreza y hambre. Debe ser duro no perder la sonrisa, ni las ganas.
A.N.: La pobreza y el hambre no me hace perder la sonrisa. Pero cuando le ofreces tu proyecto por correo electrónico a la Embajada de España en Vietnam y un funcionario te contesta, sin firmar su respuesta, que al ser lo mío una iniciativa privada no tienen porqué facilitarme contactos en el país para que yo actúe, gratis, se te hiela la sonrisa y te dan ganas de…
[...]
P: ¿Qué crees que nos falta a los que vivimos en la sociedad del bienestar que veas en esas zonas tan pobres que vistas?
A.N.: Ilusión, capacidad de sorpresa, de valorar el presente sin pensar tanto en mañana. El que no tiene nada disfruta con muy poco. El que tiene mucho necesita demasiado para ser feliz. Es pura matemática social.
P: ¿Notas diferencias de una zona a otra, de un país o continente a otro, a la hora de reír, de percibir tus espectáculos?
A.N.: Claro. No todo el mundo se ríe con lo mismo. En los países árabes siempre me ha costado más porque son sociedades más rígidas y la magia que yo hago, aunque es con sentido del humor, no siempre la ven bien.
P: ¿Alguna vez has pensado en abandonar el proyecto?
A.N.: Este proyecto es mi vida. Abandonarlo es como tirarme de un puente. No tengo a donde ir más que a donde me llevan mis sueños. El camino fácil no me interesa.
P: ¿Cómo puede ser un día a día del Biciclown?
A.N.: Cada día es diferente. Aunque pedalee cinco días en el desierto, cada uno es distinto. El viento, las gentes, lo hacen diferente. Pedaleo de sol a sol, consigo algo de comida y busco donde dormir. Cubro mis necesidades básicas con poco dinero y lleno mi corazón de experiencias impagables.
P: ¿Qué puede pasar con tu vida una vez finalices el M.O.S.A.W.?
Si lo supiera me deprimiría. He aprendido a vivir en la incertidumbre y a disfrutar con ella. Para algunos incertidumbre es inseguridad para mi es emoción.
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